Archivo de la categoría: Casos conmocionantes

Sérpico y el periodismo

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La famosa película Sérpico, protagonizada por Al Pacino, es la historia de un policía que denunció esquemas de corrupción en la policía de Nueva York. Y en ese proceso, que fue durísimo, uno de los hitos clave fue cuando el policía, junto con otros dos colegas,  se pusieron en contacto con un periodista, David Burnham,  y este inició una serie de artículos en The New York Times.

El comienzo del artículo era lapidario: «Narcotics dealers, gamblers and businessmen make illicit payments of millions of dollars a year to the policemen of New York, according to policemen, law-enforcement experts and New Yorkers who make such payments themselves».

Ese artículo (original) se publicó el 25 de abril de 1970. Y Sérpico y sus colegas habían denunciado la corrupción internamente desde 1967, incluso también ante asesores cercanos al alcalde de la ciudad, pero nada pasaba.

Por supuesto, apenas se enteraron que el diario estaban por publicar una investigación de seis meses sobre el tema, comenzó el proceso de formación de comisiones, y se creó una comisión parlamentaria, la Knapp Commission, para investigar las denuncias. Lo cambiaron al área de Narcotráfico y al poco tiempo fue baleado por un criminal en la cara, al no tener apoyo de sus colegas policías.  Quedó sordo del oído derecho y con esquirlas en la cabeza. Al año siguiente, se retiró de la fuerza policial.

Hasta ahora, nunca la Policía de Nueva York le realizó un homenaje, ni lo han convocado a dar conferencias a sus escuelas de formación. La medalla al mérito se la dieron sin ninguna ceremonia, «como si fuera un paquete de cigarrillos», dice Sérpico, quien vive  a dos horas de Nueva York, en una muy pequeña casa sobre el río Hudson.

El periodista Burnham, abogado egresado de Harvard, escribió un paper muy interesante sobre su experiencia en la cobertura de la corrupción en grandes instituciones, y explica el caso Sérpico (Paper de Durnham)

Usos y gratificaciones de los medios, según Pablo Escobar

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Es un testimonio único. Después de la cantidad de libros que han salido sobre las mafias del narcotráfico, es realmente notable la historia contada por el hijo del mafioso más famoso de la historia de América Latina. Una historia muy bien contada que hace por demás increíble la vida de la familia Escobar-Henao, que ya de por sí era una película de ciencia ficción. Se llama Pablo Escobar, mi padre. Las historias que no deberíamos saber (Planeta, Buenos Aires, 2014).

Hay varios comentarios en el testimonio de Juan Pablo Escobar que ayudan a explicar la relación con el periodismo que tenía su padre, el megacriminal Pablo Escobar.

De hecho, una de sus primeras empresas creadas para tapar sus negocios ilícitos fue nada menos que una productora de televisión, Antioquía al Día, en Medellín. Era «una programadora regional de televisión con noticiero incluido, que mi padre compró para meterse de lleno en los medios de comunicación y el periodismo, que le apasionaban. Esa era la fachada, porque en la parte de atrás funcionaba una oficina del crimen de mi padre» (p. 180).

1. Los periodistas eran enemigos. La relación con El Espectador fue crítica desde el principio. Su director, el gran Guillermo Cano, fue quien terminó con la fugaz carrera política de Escobar, quien había asumido como legislador suplente en la cámara de diputados de la Nación. Cano descubrió en el archivo de su diario, una noticia policial de 1976, donde aparecía la detención del mafioso por tráfico de drogas. El había querido borrar todo ese proceso judicial, pero un periodista lo rescató y lo hizo público. El 25 de agosto de 1983, El Espectador publicó en primera página la noticia de que en marzo de 1976 Pablo Escobar había sido detenido junto a tres personas con pasta base de coca. En enero de 1984 Escobar, revelado públicamente como narcotraficante, se “retiró” de la actividad política.

Escobar nunca se lo perdonó. Lo mató años después, tras una editorial crítica de El Espectador, el que estaba a favor de la extradición de los narcotraficantes colombianos a los Estados Unidos. Esa era la gran batalla política que Escobar y los grandes narcos estaba realizando contra el estado colombiano.

2. Secuestrar periodistas o atentar contra medios permitía amplificar la repercusión de un hecho violento y dar más visibilidad a un mensaje al estado.  Su forma de negociar era aumentar los niveles de violencia, incluyendo también ataques contra la prensa. En la selección de sus objetivos para secuestrar y presionar al estado, Escobar tenía en cuenta el perfil mediático de su víctima. Eso se tuvo en cuenta en el secuestro de Andrés Pastrana, líder político del Partido Conservador y también periodista muy conocido. Pastrana fue liberado por las autoridades en lo que fue un fracaso de Escobar. Pastrana fue luego presidente de Colombia de 1998 al 2002. El pico de ese uso de la violencia contra los periodistas para presionar al estado fue cuando al mismo tiempo tenía secuestrada a la periodista Diana Turbay, a un equipo de un noticiero, y a Francisco «Pacho» Santos, jefe de redacción del principal diario del país, Tiempo. Era una estocada a fondo para negociar con el entonces presidente César Gaviria las condiciones de detención en Colombia para evitar la extradición a Estados Unidos.

3. Los periodistas arruinan las negociaciones secretas. En el testimonio del hijo del mafioso también se ve cómo en dos momentos en los cuáles hubo negociaciones entre la mafia y las autoridades, las dos veces las negociaciones quedaron truncas por la revelación que hicieron los diarios. En primer lugar, El Tiempo de Bogotá (p. 253), y luego, en otra oportunidad, La Prensa,  de la familia Pastrana (p. 306).

4. Los medios servían para tener voz pública. En medio del conflicto, Escobar incluso elaboró un proyecto de un diario, que se iba a llamar Fuerza. Hicieron números ceros, pero finalmente nunca salió.

5. Los periodistas servían para protegerse. En varias ocasiones, Pablo y su familia recurrían a los medios para protegerse frente a la asociación entre el bloque de búsqueda y las mafias enemigas. Tenían siempre a disposición los teléfonos directos de los periodistas más importantes del país para poder recurrir a ellos en momentos críticos. En una oportunidad, Pablo Escobar tuvo una conversación privada por teléfono con tres de los más importantes periodistas del país, incluido el director de Tiempo, diario más importante de Colombia, Enrique Santos Calderón. En varios momentos de su fuga, tanto Escobar como su hijo ofrecían notas y reportajes a periodistas para que estos los filmaran, o los protegieran con su presencia. También en varias conversaciones con funcionarios estatales, amenazaron con contar cosas a los periodistas.

En definitiva, como siempre ocurre, son muy variados los «usos y gratificaciones» de los medios para el crimen organizado.

Antioquia al dia

Espíritus animales (en la economía)

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Este libro fue escrito por dos premios Nobel de Economía: Akerlof lo ganó en el 2001 y Shiller en el 2013. Por eso tiene mucha autoridad intelectual para hablar de la comunicación en la ciencia económica, que es algo que en general los economistas suelen minimizar. Sin embargo, cuando llegan las crisis los problemas más importantes suelen tener que ver con la pérdida de la confianza, palabra de nuestro vocabulario que tiene que ver más con la psicología y la comunicación que con las matemáticas. 

Está basado en la expresión de John Maynard Keynes sobre cómo se toman las decisiones económicas (con poca información, con instinto, en lo que llama ese ‘espíritu animal’).

Los autores analizan las últimas recesiones en Estados Unidos tomando como piedra angular «la confianza». En su especie de teoría sobre cómo se construyen las crisis, los autores hilvanan los siguientes elementos: la falta de confianza, el sentido de justicia que hace muy rígida la economía «para bajar salarios y precios, el rol de la corrupción y la venta de productos de mala calidad durante el boom, y el papel que desempeñan las historias orales que interpretan la economía». Y agregan que «todos estos procesos están influenciados por historias orales que la gente se cuenta sobre cómo actúan los demás y también sobre cómo la economía influye en sus actividades. Estas historias orales no son siempre las mismas, sino que varían con el paso del tiempo».

En un momento sugieren que la prensa tiene más olfato para definir una situación económica que los economistas. «El termino recalentamiento de la economía, tal como vamos a utilizarlo, se refiere a una situación en que la confianza ha sobrepasado los límites habituales, una parte creciente de la población ha perdido su escepticismo habitual sobre la opinión que tiene de la economía y está dispuesta a creerse cuentos sobre un nuevo boom económico.  Se trata de momentos en que se practica el consumo negligente como si fuera algo normal, se hacen malas inversiones y quienes las han suscrito simplemente se quedan a la espera de que otros se las compren, sino confiar mucho en que la inversión efectuada sea realmente sólida. Se trata de épocas en que abunda la corrupción y la mala fe, pues cuentan con la credulidad del público y la apatía de los organismos de legislación ( p. 114)».

En un anterior libro de Shiller, Exhuberancia Irracional, «puede verse que el contagio de conceptos entre las personas si se estimula con un incremento inicial del precio de los valores bursátiles puede provocar la propagación de historias optimistas sobre la nueva era. El entusiasmo de los mismos inversores facilita la divulgación de estas historias (p. 116)». Después, «a partir de 1929, cuando el mercado se derrumbó, las historias cambiaron por completo. Las economías de los principales países de todo el mundo cayeron en la depresión y las historias se basaron en la injusticia, la corrupción y el engaño, p. 117.

Cuando escribí mi libro sobre la historia de Ambito Financiero (El señor de los mercados) trabajé mucho esta idea de que la economía también son palabras. En este primer trimestre del 2014 cuando en Argentina la economía ha entrado en una situación difícil, se hace más evidente el rol de las palabras en la reconstrucción de la confianza. Las historias alternativas que circulan sobre lo que está pasando, quiénes son los culpables, cuáles las soluciones, buscan captar adeptos, y es posible que haya finalmente una «historia» ganadora o hegemónica. Podemos inferir de qué, de acuerdo a la «historia» que se imponga, será luego nuestro futuro económico próximo.

George A. Akerlof y Robert J. Shiller. Animal Spirits. Cómo influye la psicología humana en la economía. Gestión 2000, Barcelona, 2009.

La Reina, de Stephen Frears

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Muy buena película sobre la actitud de la Casa Real y el primer ministro Tony Blair tras la muerte de Lady Di. El primer ministro es quien logra rescatar a la Reina de su primera actitud fría tras el accidente mortal. Es notable como la prensa funciona como referente del sentimiento popular para el poder político en ese país. En algún momento critican cierta autonomía de la prensa con respecto al público («exacerban para vender más periódicos»).

La escalera de los derechos humanos

La historiadora Lynn Hunt escribió la evolución de los derechos humanos entre mediados del siglo 18  y mediados del siglo 20, y allí está esbozada cierta teoría de cómo se consiguen los derechos. Aquí damos sus líneas principales, que tienen que ver con el rol del periodismo:

1. Un nuevo derecho necesita sustentarse en la capacidad de empatía e identificación de una persona con las demás.

2. La primera vez que se lucha por ese derecho se suele fracasar.

3. Es la lucha por ese derecho precisamente el principal campo de visibilización de ese grupo de personas. Es en la forma y tipo de lucha donde se demostrará o no su autonomía, legitimidad y fortaleza para adquirir esos derechos. Así lo explica Hunt: «la ciudadanía no es simplemente algo que conceden las autoridades; es algo que uno mismo debe conquistar. La capacidad de argumentar, insistir y , en algunos casos, luchar da una medida de la autonomía moral” (p.177).

4. Hay momentos históricos en los que los derechos se precipitan en cascada.

5. Cuando un grupo accede a un derecho, grupos similares quedan en la puerta de conseguirlo. Así lo explica Hunt, para el caso de la Revolución Francesa: «la lógica del proceso determinó que en cuanto a un grupo sumamente ‘concebible’ le tocase el turno de ser estudiado (los varones con propiedades), los de la misma categoría pero situados más abajo en la escala de ‘concebibilidad’ (los varones sin propiedades) aparecerían inevitablemente en la orden del día» (p. 154).

6. La sensibilidad por los derechos puede involucionar, y los hombres corrientes y otrora empáticos pueden convertirse en autores de masacres e instrumentos humanos de tortura.

7. Los medios son ambivalentes. Pueden servir para crear la empatía o para destruirla. Eso es lo que ha pasado ahora y siempre.

Es muy buena la descripción que hace del caso Jean Calas, protestante injustamente condenado y ajusticiado, a quién Voltaire defendió tras su muerte. Es uno de los primeros casos que conozco de influencia mediática en la Justicia.

(Lynn Hunt, La invención de los derechos humanos, Tusquets, 2010)

Cierre de curso

¿Es photoshop o estuvo Marcos C. en la plaza?

La mejor foto, por supuesto, la del profesor.
En el Patio de las Palmeras

Consigna en la Plaza de Mayo, tras la muerte de Néstor Kirchner.

Esperando a Aníbal

La cobertura de la Plaza de Mayo (según los diarios de Buenos Aires)

Así cumplieron los tres principales diarios de Buenos Aires la consigna de la clase externa:

Clarín (en la versión digital no aparece el nombre del fotógrafo)

La Nación (tampoco aparece el nombre del fotógrafo)
Esta es la foto que eligió Página 12.
Las tapas de la jornada fueron las siguientes:
Tapa de la fecha 29-10-2010
 

Decenas de diarios del mundo publicaron esta foto, entre ellos fue la principal de Clarín, La Nación, Crónica y de la edición especial de la revista Noticias

Lo mejor de la cobertura del rescate de los mineros

(RODRIGO ARANGUA/AFP/Getty Images)

El Ciper, muy buen sitio digital de periodismo de investigación chileno, ha hecho una selección de lo que más le gustó a sus periodistas sobre la cobertura internacional.