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El periodismo y las medias verdades sociales

El contexto de este nuevo Día del Periodista es que las repúblicas independientes de América Latina están cumpliendo sus dos siglos de vida y sus desigualdades sociales extremas también. 

Hoy la más masiva violación a los derechos humanos en la región se da por la desigualdad social, y sus causas no son un tema central de la cobertura periodística. Hay opiniones, hay interpretaciones, pero falta periodismo. 

Quizás existe la percepción de que la realidad social está cristalizada y forma parte del paisaje no modificable. Y sabemos que lo que moviliza nuestros esfuerzos solo suele ser lo que creemos modificable.

Hoy el periodismo pone mucho más énfasis en la defensa de los derechos civiles y políticos, que en los derechos sociales. Estos pasan por ser derechos de segunda, como si fueran derechos disminuidos, o cuasi derechos, aunque nuestras constituciones no hagan esa distinción. 

Esa actitud periodística tiene una lógica. Las construcciones de nuestros hogares nacionales democráticos exigieron una secuencia de expectativas. Había que consolidar primero los cimientos de los derechos civiles y políticos para luego concentrarse en avanzar en los pisos superiores de los derechos sociales. 

Pero las transiciones democráticas no pueden ser eternas. En algún momento le tiene que tocar a los de abajo. Además, sabemos que si no tenemos los derechos sociales básicos tampoco tenemos libertades, dado que nuestras carencias fundamentales hacen que nuestro nivel de dependencia personal sea extremo, y podemos ser fácilmente clientelizados. Si el desarrollo es la “expansión de las libertades sustantivas”, es una ilusión creer que vamos a ejercer nuestra ciudadanía plena si nuestro déficit de derechos sociales es gravísimo. 

El periodismo nunca es el mismo. Hay una adecuación a las necesidades de cada época. Y en estos momentos es necesario una era social de la profesión. Lo bueno es que coincide con la visión de los periodistas. En una reciente encuesta a periodistas de América Latina, la gran mayoría expresó su vocación de promover el cambio social.  

Por eso, el periodismo está cambiando. Crece el consenso en el mundo de los periodistas que la construcción democrática tiene que ser integral. Toda una nueva generación de medios digitales tiene a la desigualdad social como uno de sus ejes centrales: Animal Político, La Silla Vacía, Plaza Pública, El Faro, Red/Acción o Connectas; y también en medios principales, como el programa de corresponsales en la periferia que impulsa la Folha de Sao Paulo

El cambio social está creciendo en el horizonte editorial de los medios. Y no solo en América Latina. Dos de los medios más importantes del mundo realizaron proyectos muy ambiciosos para analizar las raíces estructurales de la desigualdad social en sus respectivos países. The New York Times hizo el proyecto 1619, que fue el año en que ingresaron los primeros esclavos negros a las entonces colonias inglesas; y The Guardian inició el proyecto Cotton Capital, que incluso revisa la relación entre los orígenes de ese medio y la esclavitud. Son decisiones editoriales de los medios de referencia mundial que comienzan a marcar una nueva era, donde la lucha contra la desigualdad social vuelve a estar en el centro, como ya lo estuvo en otros momentos de la historia, por ejemplo, cuando surgió el periodismo de investigación en Estados Unidos a fines del siglo diecinueve, con los famosos muckrakers.

Los medios principales hacen coberturas aisladas de la desigualdad social, pero esos esfuerzos profesionales no tienen la persistencia ni la centralidad de otros temas. Por su parte, el periodismo de investigación está más volcado a la corrupción administrativa, pero menos a la desigualdad social. Apenas en forma indirecta se dice que ese dinero que se roba se les resta a los pobres. No es frecuente que se investigue el rol de las grandes instituciones sociales en la reproducción de la desigualdad social. “Las disparidades permanecen arraigadas en las instituciones formales e informales, resistiendo el cambio”, dicen los profesores brasileños Criselli Montipó y Jorge Kanehide Ijuim.

El periodismo se debe al presente, no al pasado. Por eso, surgen olas de ‘nuevos periodismos’ con adjetivos orientadores, como fueron el periodismo ciudadano, cívico, público, interactivo o de soluciones. En una reciente investigación se enumeraron en los últimos treinta años más de 150 nuevos periodismos con adjetivos. Pero es que en cada época se proponen énfasis diferentes. Y hoy necesitamos en América Latina un periodismo de inclusión social, que haga más hincapié en las necesidades sociales. 

Por eso, no es un periodismo para siempre. Es un periodismo de emergencia para un continente socialmente quebrado, con una fisura que lo pone en un riesgo permanente de autodestrucción. Y no debería ser un periodismo militante, sino muy profesional. Combatir la desigualdad requiere hacer periodismo de calidad, pero para todos, no para unos pocos. La percepción de las víctimas de la desigualdad social es que el periodismo los mira con “negligencia crónica”, como quien te mira y juzga de lejos sin intención de acercarse, como señaló un informe reciente del Reuters Institute.

Anita Varma, una profesora de la Universidad de Texas, dice que el periodismo está constitucionalmente protegido solo porque está para “servir al interés público, alineado con el ideal de dignidad para todos”. 

Nuestro foco es la sociedad, no la política, ni el gobierno. El periodismo tiene que monitorear al poder, y la manifestación central del poder suelen ser los gobiernos, pero esa luz que el periodismo intenta poner sobre el gobierno y la política es instrumental para servir a la sociedad, que es nuestro fin principal. Nos ocupamos del gobierno y de la política porque nos interesa la sociedad.

Pero nuestra práctica de monitorear al poder muchas veces nos lleva a entablar diálogos cerrados con las elites del poder, y podemos perder la conexión con quienes viven la injusticia social.

Cuando se produjeron recientes discusiones sobre los regímenes de salud en Colombia y en Chile, o la discusión sobre el régimen jubilatorio en Argentina, el eje principal de la cobertura fueron los efectos políticos sobre un gobierno o un plan económico, más que los efectos sociales sobre la desigualdad estructural que sufre la región. Lo mismo suele ocurrir cuando en cada parlamento regional se debate la ley de presupuesto general del estado. Nuestro monitoreo constante sobre el poder –que es clave- nos saca de lo más importante, que es finalmente el beneficio social. 

Si el periodismo quiere contar la realidad latinoamericana con rigor profesional, la tiene que contar socialmente completa. Si no, su mirada tendrá un sesgo clasista, lo que sería, por lo menos, una media verdad. 

publicado el 7 de junio del 2023.

https://www.infobae.com/opinion/2023/06/07/el-periodismo-y-las-medias-verdades/

Periodismo DG (después de Google)

Hoy en el mundo del periodismo vivimos desfasados. Forjamos nuestras estructuras de pensamiento en mundos pasados y las usamos en los actuales. Pero no es tan dramático. Mucho de lo aprendido nos sirve; lo que ocurre es que nos confundimos siempre en entender qué es lo que cambia y qué no. Por eso vivimos en un proceso de prueba y error. Los periodistas están en ese proceso. Larry Page y Sergei Brin lanzaron el buscador Google en 1998, el mismo año que se lanzó el primer diario PERFIL. La web existía hacía una década, pero ahora se lanzaba la nave espacial para navegarla. Hace rato que los gurús tenían el discurso del cambio acelerado que se estaba viviendo, pero ahora la certeza nos llegaría a todos. No hay duda de que hace veinte años somos google-dependientes. El periodismo AG (Antes de Google) no tenía secretos para Jorge Fontevecchia y para los grandes editores del mundo. Un largo recorrido histórico había asentado los criterios de management y los fundamentos profesionales. Y ese diario PERFIL era un sofisticado destilado de esos aprendizajes históricos. Era algo así como la etapa superior del periodismo de diario. Los desafíos eran inversos a los que hoy tienen los editores. Los lectores tenían hábitos y lealtades sólidas. El diario que cada uno leía en el tren decía algo sobre su portador. En la investigación que hizo PERFIL para preparar su producto se decía que era más fácil que una persona se divorciara que que cambiara su diario. Veinte años después de esa entrañable fidelidad periodística, todo es muy diferente. La volatilidad de las audiencias es proverbial y los hábitos de las audiencias son tan variables que no sé si se pueden seguir llamando hábitos.  En aquel momento, PERFIL suponía que La Nación no estaba fuerte, y que podía crecer sobre su público. En cambio, ahora, el periodismo DG encuentra a La Nación muy fuerte, liderando como medio tradicional la transición digital. Como paradoja, para algunos medios de referencia en el mundo, la revolución digital reactivó el ADN de otras épocas y evitó la larga agonía que medios centenarios estaban recorriendo. La misma La Nación, por ejemplo, tenía en 1998 los mismos lectores que en 1958, una época donde había casi la mitad de población en el país. Sus ganancias no andaban mal, pero era evidente que se estaba desarraigando de la comunidad. Clarín, en cambio, venía creciendo cien mil lectores por década desde los años cincuenta, avanzando sobre los matutinos y vespertinos históricos que iban desapareciendo. Hacia fines de los noventa terminó su crecimiento papel y luego su performance digital fue más irregular que la de La Nación, y entonces equilibraron sus fuerzas. Los desafíos de ahora tienen que ver con volver a insertarse en los hábitos de las personas y eso solo se consigue si se fideliza nuevamente a las personas. Nunca una persona deja de necesitar una conexión informativa y por lo tanto siempre los usuarios estarán disponibles para los editores. Pero su paciencia será mínima y su lealtad también. Como en tantas otras situaciones de la vida digital, un editor tendrá muchas posibilidades de obtener éxito y muchas posibilidades de ser derrotado en el minuto siguiente. Hubo una escena en la declaración de Mark Zuckerberg en el Congreso de los Estados Unidos que ilustra el futuro. Frente a él hubo varias decenas de fotógrafos. ¿Realmente creemos que se sigue necesitando esa tribu en el mismo lugar, intentando sacar lo mismo? ¿Cuál fue el nivel de redundancia de esa foto histórica? ¿Cuántas fotos se dejaron de sacar en ese momento, porque todos miraban hacia el mismo lado? Fue un pequeño símbolo de lo que no funciona. La palabra más venenosa del momento es redundancia. Entrarán en crisis aquellos periodistas cuyo trabajo sea redundante, pues informan lo que ya se sabe. Y hoy una gran parte de la profesión está dedicada a la redundancia. Imaginen un quiosco donde los diarios traen las mismas noticias. El periodismo DG necesita grandes editores que construyan identidad en el torbellino digital. Son ellos los que inventan el uso de los nuevos medios. ¿Cómo? Construyendo nuevas miradas.

(Nota publicada en Perfil, el 8 de junio de 2018)

Los tres tenores

Siempre desde las clases empiezan a surgir ideas que voy probando y testeando hasta que toman una forma más o menos digna. Este es el caso de este artículo, publicado la semana pasada en El Cronista.  Acá el pdf del Los Tres Tenores.

tres tenores

LOS TRES TENORES

Hay tres voces fuertes en la sociedad argentina: Cristina Fernández, Jorge Lanata y Marcelo Tinelli. También es una voz fuerte el Papa Francisco, pero juega otro partido. No está en el campeonato local de voces.
¿Qué es una voz fuerte? Una voz que nos llega, aunque no estemos necesariamente escuchando. Una ola que retumba entre las mayorías sociales, y genera impacto. No necesariamente cambia la opinión de alguien, o genera acciones en las personas, pero la voz llega. Son personas que nos hacen mover el cuello para que nuestra cabeza mire hacia algún lado y no hacia otro.
En la década del setenta, había también tres voces fuertes: Tato Bores, Mirtha Legrand y Bernardo Neustadt. Eran tres potencias mediáticas en sí mismas. En mi estudio sobre los medios de aquellos años, a veces pensé en organizar un índice BLN, porque me servía para analizar la apertura del debate público. Los tres fueron censurados por poderes políticos muy distintos, como fueron la dictadura del general Lanusse, los sucesivos gobiernos peronistas y la dictadura procesista. En los momentos en que los tres estaban en los medios al mismo tiempo, era un especial instante de apertura.
¿Por qué hoy son aquellas tres las voces más escuchadas? No lo sé, pero intentá sumar un cuarto a la lista, y verás enseguida el desnivel. En las clases que doy, tanto a jóvenes como a adultos, sin que los induzca siempre aparecen estos tres nombres como las voces más fuertes. Nos guste o no, son ahora los tres grandes tenores de nuestra sociedad.
Marcelo Tinelli es un encantador de audiencias masivas con su carisma personal. Hay un circo a su alrededor, pero él es siempre el eje. Si él no está, el circo se opaca. Esa capacidad de imantar las audiencias, le da un potencial enorme de emitir mensajes. Pero es un potencial que casi no usa, está latente. Los políticos saben el poder de creación y destrucción que tiene esa voz. El último beneficiado por ese impulso fue Martín Insaurralde, pero tampoco en esos minutos gloriosos estuvo tan lejos del abismo mediático. La presencia en el programa de Tinelli son vientos tan huracanados que para cualquier político puede llegar a ser debut y despedida.
Jorge Lanata fue la voz que necesitó el grupo Clarín para defenderse en la pelea contra el gobierno. No tenía en su interior, a pesar de ser el supuesto ‘grupo hegemónico’, una voz de la potencia de Lanata. Clarín tuvo que buscar a un periodista que desde hace quince años había demostrado ser el de más audiencia de la televisión argentina, pero al que los grandes canales no llamaban porque no podían controlar. Fue posiblemente con la llegada de Lanata a Canal 13 cuando empezó realmente a cerrarse el ciclo kirchnerista. Había finalmente un líder de la oposición, y sobre todo una voz fuerte contra la voz de Cristina.
Cristina, por su parte, es la voz política por excelencia en el país. No hay otra de esa fuerza entre los políticos. Y la campaña electoral presidencial es precisamente el intento de construir las voces que compitan contra ella, y que la reemplacen. Por ahora, no hay en el escenario nadie que ocupe su lugar. Ni Macri, ni Scioli, ni Massa, ni Binner, ni ninguno del elenco disponible, juega por ahora en la misma categoría de voz que Cristina.
Y la Constitución no dice nada sobre la reelección de la voz. Cristina no puede ser reelecta como presidenta, pero puede ser perfectamente la voz política principal en un nuevo mandato realizado por otro.
Las instituciones son claves, pero en la gestión de una sociedad se entrelazan con las voces para mover a las personas. En un escenario de revolución digital permanente, la construcción de las voces principales es el primer mandamiento de la política.
Ya se sabe que las elecciones se ganan en las urnas, pero eso no alcanza para gobernar. Nuestra historia nos enseña que sin una voz fuerte, los gobiernos quedan a la deriva. Quien quiera reemplazar a Cristina tiene también que reemplazar su voz.

Este jueves, la Universidad de La Matanza

Chicos y chicas, este jueves nos encontramos allá. Estaré desde las 10 hasta las 16/17. Posiblemente les cobren 100 pesos la entrada. También estaré el viernes a la tarde. No es obligatoria vuestra presencia pero va a ser una muy interesante experiencia para ustedes. Acá tienen el programa: http://www.redcomargentina.com.ar/?p=359

Buen ejemplo de mala praxis en opinión periodística

Ayer domingo, Javier Calvo, secretario de redacción de Perfil, publicó una gran nota donde ilustra cómo se sesga el enfoque y el debate público en la era de las guerras mediáticas. Imprescindible para entender el momento actual en Argentina

Crónica entrerriana

Daniel Enz, editor de Análisis Digital y reconocido periodista entrerriano, saca  con gran disciplina un libro cada dos años. El último había sido Flores para Fernanda. Ahora acaba de publicar Herencia de familia. Crónica de un triple crimen (2010). Es un retrato periodístico de un pueblo chico y un infierno grande, en el que cuatro chicos crecen en la discriminación más absoluta. Los más pequeños incluso no tenían el derecho de caminar junto a su madre en la calle. El crimen que termina con todo es tan brutal como la historia.  Se retrata un mundo de falsedades y máscaras, de personas que se desviven por integrar clubes sociales, de infidelidad y de apariencias. En el interior de un cruce de familias donde abundan conexiones de inteligencia, policíales y judiciales, se va cocinando un crímen. En la crónica de Enz está Concordia, esa localidad entrerriana que cayó desde lo más alto del status social. El tejido  que se describe en el libro tiene el color de esas  películas en las que agobia la grisura y mediocridad del ambiente y los personajes. Cuando el periodismo actual aparece abrumado y agobiado, monopolizado con la elaboración de interminables análisis políticos, aquí está la Argentina profunda. En todo el país están faltando las crónicas periodísticas del país real. En todo el país, menos en Entre Ríos.

Al Jazeera entrevista al hijo de Gaddafi

Es notable esta entrevista. Saif se siente cómodo hablando con periodistas, pero pierde todas las batallas. Y esta periodista creo que tiene la estrategia incorrecta: quiere convencerlo. Esto hace que la entrevista se empantane y vuelva en forma recurrente a los mismos temas. Me parece que una mejor estrategia para la periodista tiene que ver con aprovechar su acceso a Saif, durante casi 30 minutos, para sacarle información sobre cada ciudad, sobre cada ministro, sobre los embajadores, sobre las fuerzas armadas, sobre las relaciones con otros países, sobre el entorno de Gaddafi, sobre quién está tomando decisiones, qué hacen sus otros hermanos, y tantas otras cosas que no sabemos porque el régimen no habla, más que para negar lo obvio.

20 años

Para el arbolito les paso esta última lectura obligatoria. Allí  estos cinco mosqueteros cuentan la historia de la revista periodística más importante de las últimas dos décadas:

http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2403&ed=1719

Qué dijo FOPEA sobre «ley de medios»

http://www.fopea.org/Inicio/La_posicion_del_Foro_de_Periodismo_Argentino_frente_al_proyecto_de_Ley_de_Servicios_de_Comunicacion_Audiovisual

Juan y la carta de amor que venció a su tristeza

http://www.clarin.com/suplementos/zona/2005/12/24/z-04415.htm

joya del periodismo que no se pueden perder.

buen aporte de Papro sobre la sociedad incivil

¿Se acuerdan que hablamos en la primer clase de la sociedad incivil y su relación cada vez peor con el periodismo? Las mafias, las redes de corrupción, etcccccc…… bueno, Papro nos pasa el link a un documental que hizo un periodista en El Salvador sobre las maras (pandillas juveniles ridículas y estúpidas). Al periodista lo mataron después de estrenar su documental, La Vida Loca,

Abrazo

http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=30699

http://www.youtube.com/watch?v=m8ukOqR3YA8

el reportaje que les dije

un periodista español entrevista grupo de talibanes que enfrentan a las tropas españolas.

clase externa este jueves

Seminaristas, este jueves es la clase externa. Nos vemos a la mañana en la facu en clase normal, y a la tarde nos vemos en el Congreso. Está todo el país en el Congreso discutiendo la ley de medios. Allí iremos nosotros. Vamos a hablar con periodistas, funcionarios, ongs y expertos en el Congreso. Va a ser la clase más larga de vuestras vidas así que prepárense, pero todos tienen que ir. Cada uno puede entrar y salir cuando quiera. Calculo que llegaremos a eso de las 15 y nos iremos a eso de las 21 horas. TIENEN QUE LLEVAR DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD. Además mándenme el número así yo armo la lista para que los dejen entrar. Pueden llevar para filmar y grabar.

adivinanza

¿De quién es la foto de la cabecera?

ponencia en Caracas

les adjunto el texto de la ponencia de un encuentro en el que participé en Caracas la semana pasada, organizada en forma conjunta por una universidad pública y una privada.Texto para Caracas julio2009

dos artículos

La semana pasada se publicaron dos artículos apasionantes sobre el estado del periodismo. Uno se refiere a los directivos de medios (en Página 12) y el otro a la situación en Venezuela (en Perfil). Aquí los links:

http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-129828-2009-08-18.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/08/15/noticia_0013.html

cobertura de Clarín, canal 13 y TN del conflicto del fútbol

Les pido que analicen la cobertura que realizan los medios propiedad del grupo Clarín. En algunos casos, mencionan su vinculación comercial y en otros no. Muy interesante para que ustedes lean es el informe que publico el sitio Diariosobrediarios sobre el tema:  http://www.diariosobrediarios.com.ar/eldsd/zonadura/index.htm

«En Clarín, la nota la firmó el jefe de Deportes Un dato que tal vez a los lectores futboleros de Clarín se les pasó por alto. El experimentado jefe de la sección Deportes de Clarín, Julio Marini, fue quien le puso la firma al artículo central “AFA rompió el contrato con la TV y se asocia al Estado”, donde el matutino del multimedios supuestamente afectado por la decisión del presidente Julio Grondona explicó -con información- el grave conflicto. Fue Marini y no otro periodista de la sección quien asumió esa tarea. Claro que para leer algo al respecto en el diario había que recorrer 47 páginas pasando antes por la sección “Negocios & Mercados”, enterarse de cómo marcha “El Mundo” y buscar en vano en la sección de “Opinión” si algún editorial sentaba posición al respecto. Pero el recorrido no terminaba ahí: incluía dar vuelta a las páginas de “Sociedad”, luego “Next”, más tarde “Cultura”, “Ciudad” y “Policiales”. Los espacios editoriales miraban otros temas. El editor general, Ricardo Kirschbaum, prefirió explicarle a la Presidenta sobre los “costos” de la alianza con el venezolano Hugo Chávez y el editorial principal del diario mostró preocupación por “La educación y la brecha digital”. Fue una jornada tensa la de ayer en la redacción de Clarín (con epicentro en Deportes). Tal vez no hubo tiempo para un editorial».

Reunión de monitores en fopea

este jueves y viernes se reunirán en Buenos Aires unos veinte periodistas de todo el país, encargados de monitorear los problemas de la libertad de prensa. Va a ser un encuentro muy rico en el que creo que los estudiantes pueden participar en una de las actividades. Voy a consultar y luego les aviso.

Domingo y lunes en Caracas

 

Invitado por el gran Andrés Cañizález voy a un «conversatorio» bastante selecto el lunes próximo. La última vez que fui estaban por cerrar RCTV. Y ahora están por apagar hasta la luz. Preparé un breve paper, con un tono que me pidieron no sea académico sino de divulgación. Se llama algo así como «la calidad periodística es revolucionaria». Ya les contaré cuando tengamos nuestra primera clase este jueves.

centroamérica alerta

hay que seguir más de cerca la situación en Centroamérica. No sólo en Honduras, sino también en Guatemala y Nicaragua la situación de los medios está llena de problemas importantes. En Guatemala el monopolio de la televisión de aire es realmente insólito. Y en Panamá acaban de condenar a un periodista a dos años de cárcel…aunque no creo que finalmente vaya. Pero lo están haciendo sufrir mucho. Otra de las rarezas de Guatemala es el poderío sobre los medios de las empresas de la familia Gutierrez Bosch, propietarias de Pollo Campero, que dicen que funciona como una mordaza privada sobre la información. Uno de los representantes de esa familia, Dionisio Gutiérrez, tiene un programa de televisión en el que entrevista a líderes locales y regionales. Aquí nada menos que con Mauricio Funes, flamente presidente (periodista) de El Salvador: 

http://www.youtube.com/watch?v=HgGfD8L220k

falta mapa de situación de medios honduras

31 DE DICIEMBRE Sigue leyendo

Honduras

Pocos medios acompañaron a Cristina en su fin de semana centroamericano.

Cuáles fueron?