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Periodismo DG (después de Google)

Hoy en el mundo del periodismo vivimos desfasados. Forjamos nuestras estructuras de pensamiento en mundos pasados y las usamos en los actuales. Pero no es tan dramático. Mucho de lo aprendido nos sirve; lo que ocurre es que nos confundimos siempre en entender qué es lo que cambia y qué no. Por eso vivimos en un proceso de prueba y error. Los periodistas están en ese proceso. Larry Page y Sergei Brin lanzaron el buscador Google en 1998, el mismo año que se lanzó el primer diario PERFIL. La web existía hacía una década, pero ahora se lanzaba la nave espacial para navegarla. Hace rato que los gurús tenían el discurso del cambio acelerado que se estaba viviendo, pero ahora la certeza nos llegaría a todos. No hay duda de que hace veinte años somos google-dependientes. El periodismo AG (Antes de Google) no tenía secretos para Jorge Fontevecchia y para los grandes editores del mundo. Un largo recorrido histórico había asentado los criterios de management y los fundamentos profesionales. Y ese diario PERFIL era un sofisticado destilado de esos aprendizajes históricos. Era algo así como la etapa superior del periodismo de diario. Los desafíos eran inversos a los que hoy tienen los editores. Los lectores tenían hábitos y lealtades sólidas. El diario que cada uno leía en el tren decía algo sobre su portador. En la investigación que hizo PERFIL para preparar su producto se decía que era más fácil que una persona se divorciara que que cambiara su diario. Veinte años después de esa entrañable fidelidad periodística, todo es muy diferente. La volatilidad de las audiencias es proverbial y los hábitos de las audiencias son tan variables que no sé si se pueden seguir llamando hábitos.  En aquel momento, PERFIL suponía que La Nación no estaba fuerte, y que podía crecer sobre su público. En cambio, ahora, el periodismo DG encuentra a La Nación muy fuerte, liderando como medio tradicional la transición digital. Como paradoja, para algunos medios de referencia en el mundo, la revolución digital reactivó el ADN de otras épocas y evitó la larga agonía que medios centenarios estaban recorriendo. La misma La Nación, por ejemplo, tenía en 1998 los mismos lectores que en 1958, una época donde había casi la mitad de población en el país. Sus ganancias no andaban mal, pero era evidente que se estaba desarraigando de la comunidad. Clarín, en cambio, venía creciendo cien mil lectores por década desde los años cincuenta, avanzando sobre los matutinos y vespertinos históricos que iban desapareciendo. Hacia fines de los noventa terminó su crecimiento papel y luego su performance digital fue más irregular que la de La Nación, y entonces equilibraron sus fuerzas. Los desafíos de ahora tienen que ver con volver a insertarse en los hábitos de las personas y eso solo se consigue si se fideliza nuevamente a las personas. Nunca una persona deja de necesitar una conexión informativa y por lo tanto siempre los usuarios estarán disponibles para los editores. Pero su paciencia será mínima y su lealtad también. Como en tantas otras situaciones de la vida digital, un editor tendrá muchas posibilidades de obtener éxito y muchas posibilidades de ser derrotado en el minuto siguiente. Hubo una escena en la declaración de Mark Zuckerberg en el Congreso de los Estados Unidos que ilustra el futuro. Frente a él hubo varias decenas de fotógrafos. ¿Realmente creemos que se sigue necesitando esa tribu en el mismo lugar, intentando sacar lo mismo? ¿Cuál fue el nivel de redundancia de esa foto histórica? ¿Cuántas fotos se dejaron de sacar en ese momento, porque todos miraban hacia el mismo lado? Fue un pequeño símbolo de lo que no funciona. La palabra más venenosa del momento es redundancia. Entrarán en crisis aquellos periodistas cuyo trabajo sea redundante, pues informan lo que ya se sabe. Y hoy una gran parte de la profesión está dedicada a la redundancia. Imaginen un quiosco donde los diarios traen las mismas noticias. El periodismo DG necesita grandes editores que construyan identidad en el torbellino digital. Son ellos los que inventan el uso de los nuevos medios. ¿Cómo? Construyendo nuevas miradas.

(Nota publicada en Perfil, el 8 de junio de 2018)

Estrategia de ciberdefensa militar de Estados Unidos

 

El Secretario de Defensa de ese país acaba de presentar un documento de estrategia de ciberdefensa en los próximos cinco años. No encuentro menciones directas al periodismo o a medios en el texto, ni hay una sola mención a Edward Sonwden, pero hay algunos comentarios interesantes:

Ya en la introducción, asegura que fue Corea del Norte quién hackeó a la empresa Sony por la película The Interview, aunque no da ningún elemento de prueba: «in November, 2014, likely in retaliation for the planned release of a satirical film, North Korea conducted a cyberattack against Sony Pictures Entertainment, rendering thousands of Sony computers inoperable and breaching Sony’s confidential business information. In addition to the destructive nature of the attacks, North Korea stole digital copies of a number of unreleased movies, as well as thousands of documents containing sensitive data regarding celebrities, Sony employees, and Sony’s business operations. North Korea accompanied their cyberattacks with
coercion, intimidation, and the threat of terrorism. The North Korean attack on Sony was one of the most destructive cyberattacks on a U.S. entity to date. The attack further spurred an already ongoing national discussion about the
nature of the cyber threat and the need for improved cybersecurity».

* El principal peligro: «From 2013-2015, the Director of National Intelligence named the cyber threat as the number one strategic threat to the United States, placing it ahead of terrorism for the first time since the attacks of September 11, 2001».

* Los estados enemigos: «Russia and China have developed advanced cyber capabilities and strategies. Russian actors are stealthy in their cyber tradecraft and their intentions are sometimes difficult to discern. China steals
intellectual property (IP) from global businesses to benefit Chinese companies and undercut U.S. competitiveness. While Iran and North Korea have less developed cyber capabilities, they have displayed an overt level of hostile intent towards the United States and U.S. interests in cyberspace».

* Disuasión es comunicación: «Deterrence is partially a function of perception. It works by convincing a potential adversary that it will suffer unacceptable costs if it conducts an attack on the United States, and by
decreasing the likelihood that a potential adversary’s attack will succeed. The United States must be able to declare or display effective response capabilities to deter an adversary from initiating an attack; develop effective defensive capabilities to deny a potential attack from succeeding; and strengthen the overall resilience of U.S. systems to withstand a potential attack if it penetrates the United States’ defenses. In addition, the United States requires strong intelligence, forensics, and indications and warning capabilities to reduce anonymity in cyberspace and increase confidence in attribution».

* Identificar y acusar: «the United States used verifiable and attributable data to engage China about the risks posed by its economic espionage. The attribution of this data allowed the United States to express concerns regarding the impact of Chinese intellectual property theft on U.S. economic competitiveness, and the potential risks posed to strategic stability by Chinese activity. Because they broke the law and to deter China from conducting future cyber espionage, the Justice Department indicted five members of the People’s Liberation Army for stealing U.S. intellectual property to directly benefit Chinese companies. The Defense Department will support the Justice Department and other agencies in exploring new tools and capabilities to help deter such activity in cyberspace».

Es interesante que haya un «Cyber Working Group» formado en conjunto con los chinos: «The goal of this work is to reduce the risks of misperception and miscalculation that could contribute to escalation and instability». Apenas puedan, quieren hacer lo mismo con los rusos.

 

 

Banda ancha mental

En la primera hora de la película Titanic la gente la está pasando bien, se conoce, come, baila, se enamora, escucha música. En la siguiente media hora comienza la tragedia pero no está claro todavía lo que está pasando, hay discusiones, se piensan alternativas, hay en general pocas acciones y mucha incertidumbre;  y en la última media hora se desencadena la definición de la tragedia.

Así explicó la actual situación de la industria periodística Craig Barnwell, jefe de Estrategias de News UK, en la muy buena conferencia organizada por Clarín sobre “La revolución digital en los grandes medios”. Para Barnwell, la clave es lograr transformar al usuario en un consumidor, donde se puedan generar transacciones: “nuestro futuro depende de crecientes relaciones transaccionales de clientes”. Y dijo que los nuevos ingresos se logran con nuevos productos, diferentes a los tradicionales. Dio varios ejemplos, incluso un Bingo que hace el diario The Sun. Para financiar el periodismo hay entonces que buscar por otros rubros para generar así el subsidio cruzado.

Estamos en un momento donde se salvarán aquellos que tengan más flexibilidad para el cambio, coincidieron todos. También estuvo Roy Secoff, editor fundador de The Huffington Post, quizás el medio más exitoso de la revolución digital. Su misión es el costado audiovisual de ese medio. Y las dos palabras que más mencionó fueron “community” y “engagement”. Hacen cada vez más “live” lo que está marcando la tendencia, y empezarán a competir directamente con las diversas teles (abierta, cable, y la youtuber). Aquí en Argentina acaba de nacer infobaetv que va a dar esa batalla. Y el sitio de TN está también cada vez mejor. Para Secoff, es importante redefinir lo que es un “experto”. Si hablamos de un programa salud, una persona que tiene relación con ese programa es un experto, y tenemos que salir de una visión demasiado estrecha en la que solo los académicos, los funcionarios, y otros pocos, son fuentes legitimadas para hablar de esos temas, y los demás tienen que mirar de afuera, a pesar de que tienen una conexión vital evidente con esos temas. También dijo que hay que tratar de romper la lógica actual del debate público donde todo es un “game” donde alguien gana y otro pierde, o una “horse race”. La ebullición de la discusión que genera esa comunidad de personas encontradas digitalmente ayuda a romper esa lógica partidaria o política estrecha. La conversación nacional, dice Secoff, se llena así de voces nuevas, se democratiza.

También estuvo Tony Gallagher, editor de The Daily Telegraph, que es un diario que la revolución digital impulsó mucho. Han hecho grandes investigaciones y es uno de los modelos de integración de redacciones. Dijo que la metáfora que prefería no era la del Titanic sino la de un avión que le detectan problemas en vuelo y tienen que arreglarlo para poder aterrizar. Ninguna de las dos es tranquilizadora. Tony también dijo que su medio produce mucha más información que antes, y comparó una supernoticia de 1979 con una supernoticia de este año. También es posible que ese medio tenga menos periodistas que antes.

En definitiva, todos hablaron de una “banda ancha mental” que hay que tratar de incorporar para poder entender cómo se aprovecha esta revolución digital para mejorar el periodismo.

Palabra nueva para traducir:

“binge viewing”

La batalla de las redes sociales

En estos instante el mundo está en una batalla silenciosa, donde ejércitos invisibles se atacan todos los días. Me refiero al mundo digital, en el que los disidentes y sus hackers pelean contra las dictaduras por el dominio de las redes sociales. Aprenden unos de otros. Las trampas que usan los disidentes son rápidamente descubiertas por los gobiernos los que, asesorados por empresas tecnológicas, desarrollan nuevas «armas». Hay dos lugares centrales para estudiar a fondo este tema: Electronic Frontier Foundation, basado en San Francisco, y el Citizen Lab, qué está en Toronto. A través de ellos se puede seguir el día a día de esta batalla subterránea. Y les agrego ahora un artículo publicado en Wired, una revista clave de la revolución digital a la que recomiendo seguir, que revela el sistema de vigilancia digital que tenía armado Muammar Kaddafi, en Libia.

¿Cambia el sistema de medios argentino?

En un abarcador  estudio elaborado por Guillermo Mastrini y Martín Becerra, y publicado en junio del 2011, se hace la radiografía de los últimos cambios. Esta editado por Plataforma Democrática, que está impulsando muy buenas iniciativas para el estudio de la democracia en la región. Me provocó los siguientes comentarios:

1. Interesante mención a la privatización de los canales como un factor que impulsó la ficción nacional: «la televisión abierta mostró durante largos años una dependencia de los contenidos norteamericanos. Sin embargo, desde 1990 se asiste a una mayor capacidad para generar contenidos nacionales, incluso en el área de ficción el prime time ha sido copado por producciones nacionales».

2. Las  sostenidas e incorregibles dificultades de cobertura de la televisión estatal: «La plataforma principal mediante la cual los argentinos se informan es la televisión, fundamentalmente en las señales noticias. La mayoría de los hogares debe pagar para recibir una oferta variada de televisión. Únicamente en siete ciudades (además de la capital, Buenos Aires, donde hay cinco canales) existe más de un canal de televisión de recepción terrestre. En otras 14 provincias sólo hay una oferta televisiva por aire y en varias zonas (como la provincia de Catamarca) el único modo de acceso televisivo es mediante pago, ya que ni siquiera el canal del Estado llega gratuitamente a todo el territorio argentino».

3. Sobre la ley, son bastante críticos de su cumplimiento por parte de la autoridad regulatoria: «Aún resta confirmarse la capacidad del nuevo instrumento regulatorio para modificar la estructura del sistema de medios en forma democrática. Desde la sanción de la Ley SCA los empresarios de medios han llevado diversos reclamos a la justicia, que suspendieron su aplicación primero y luego, cuando la máxima instancia judicial validó la legitimidad de la nueva norma, limitaron la aplicación de algunos de sus artículos y alcances, a través de fallos judiciales. Por su parte, el gobierno no ha mostrado urgencia por aplicar la ley en su conjunto y en particular, en la garantía de pluralidad y ecuanimidad en la toma de decisiones relativas a las políticas audiovisuales».

4. Es curioso que a pesar de todo lo dicho y escrito todavía muchos tenemos dudas sobre las verdaderas razones de esta guerra mediática: «Luego de los años de convivencia y connivencia entre el gobierno y el principal grupo de medios, a partir de 2008 se asiste a una acentuada disputa, que ha dividido aguas en la sociedad argentina. Cabe aclarar que los motivos que iniciaron el enfrentamiento no han sido aclarados en su totalidad».

5. Los autores registran los que consideran los blogs oficialistas y opositores más destacados: «Las principales cuestiones que sobresalen en la agenda pública son objeto de intensos debates en la blogósfera que, a su modo, replica la polarización entre gobierno y la oposición. Entre los blogs que articulan la defensa de la gestión de la presidente Cristina Fernández de Kirchner se destacan Ramble y Tamble (http://rambletamble.blogspot.com/), del encuestador e investigador de mercados y tendencias Artemio López, en el que el nivel de reflexión y argumentación es mayor y el blog colectivo Artepolítica. La República de la Soja (que hace referencia al conflicto con las entidades productoras de oleaginosas de 2008: http://lucascarrasco.blogspot.com), Derek Dice (http://derekdice.blogspot.com/), o El Choripán y la Coca (http://elchoripanylacoca.blogspot.com/) en el que el nivel de reflexión y argumentación es mayor. También “Bloggers en acción” (http://bloggersenaccion.blogspot.com/) se inscribe en esta línea, pero su exégesis del gobierno se realiza en un registro más definidamente militante. En tanto, hay blogs opositores al gobierno redactados por intelectuales de derecha, como Jorge Asís (http://www.jorgeasisdigital.com/); por investigadores de izquierda, como Roberto Gargarella (http://seminariogargarella.blogspot.com/) y Maristella Svampa (http://maristellasvampa.net/blog/). Hay otros espacios ligados a una visión republicana y adversa al gobierno, como el colectivo “Club Político Argentino”  (http://clubpoliticoargentino.org/). Y existe, por último, una gran cantidad de blogs especializados en temas de coyuntura desde la economía (“La ciencia maldita”: http://blogs.lanacion.com.ar/ciencia-maldita/), el derecho (“Saber leyes no es saber derecho”: http://www.saberderecho.com/), o el periodismo y la comunicación (“La propaladora”: http://www.lapropaladora.com/; y “Plaza de Mayo”: http://www.plazademayo.com/), entre otros».

Convocatoria para concretar un sueño

http://www.knightblog.org/knight-news-challenge-11-mobile-authenticity-sustainability-and-community

Medios y revoluciones en el norte de Africa

Esta es la mejor descripción de la relación entre comunicación y revolución en el actual tsnnami político del norte de Africa. Lo escribió Enric González, para El País, del 6 de marzo del 2011:

«No es casual que el detonante fuera un suceso poderosamente metafórico. La historia de Mohamed Buaziz y su carrito de frutas ha dado la vuelta al mundo. El carrito de Buaziz, un joven de 26 años residente en Sidi Buzid (Túnez), fue confiscado por la policía. Ya le había ocurrido otras veces y con un pequeño soborno podía resolverlo. Pero cuando fue a quejarse, una funcionaria, Fadia Hamdi, le escupió a la cara. Eso, la humillación, fue lo que Buaziz no pudo soportar. Ese mismo día, 17 de diciembre de 2010, se prendió fuego.

La desgracia de Buaziz conmovió a sus vecinos y provocó una primera manifestación. La indignación se extendió rápidamente al país entero. Conviene resaltar aquí otro factor esencial e innovador de la revolución: Internet y las redes sociales. Cuando casi ningún medio informativo internacional había recogido aún la inmolación del frutero y las incipientes revueltas tunecinas, muchos jóvenes en un país tan lejano como Jordania habían adoptado ya la foto de Buaziz como avatar. La cadena de televisión catarí Al Yazira recogió el suceso porque uno de sus periodistas se enteró a través de Facebook.

Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoraban las fronteras nacionales. El caso de Buaziz fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos. Y por los egipcios, muy sensibles desde el verano anterior. El 6 de junio de 2010, Jaled Said, de 28 años, fue detenido en Alejandría por dos policías de paisano que le golpearon hasta matarle, ante testigos. Varios jóvenes profesionales, bajo la cobertura del Premio Nobel de la Paz y dirigente opositor Mohamed el Baradei, crearon en Facebook un grupo llamado «Todos somos Jaled Said». En pocos días, el grupo congregó a cientos de miles de personas y se convirtió en el principal foco de oposición al régimen de Hosni Mubarak.

La nota completa está aquí.

La llama prendió de forma fulminante. A principios de enero, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Túnez y Argelia. En Egipto, mientras, la revolución se preparaba con minuciosidad. Wael Ghoneim, ejecutivo comercial de Google y uno de los creadores de «Todos somos Jaled Said», contó semanas más tarde que él y sus compañeros dedicaron las primeras semanas de enero a ensayar manifestaciones en barrios periféricos, estudiando convocatorias inmediatas y formas de despistar a la policía».

Cibercontrol en Cuba

Esta es una exposición a seguramente fuerzas de seguridad y militares en Cuba sobre el «enfrentamiento» digital.

¿Qué información necesita la democracia?

 

 

The Report of The Knight Commission on the Information Needs of Communities in a Democracy (2009)

En octubre del 2009 se difundió en Estados Unidos un informe sobre este tema elaborado por un grupo de expertos a pedido de la Knight Foundation (el subrayado es mío).

Consideran dos tipos de informaciones como muy necesarias: “To lead full lives in America’s democratic republic, citizens need two kinds of information: civic information and life-enhancing information. These may come from the same sources or through the same media. The same information sometimes serves both purposes, but they remain distinct categories. Successful problem solving for both individuals and communities requires access to both. Yet, millions of Americans lack ready access to relevant, credible information in either or both categories” (p. 23).

Lo primero que pide el informe es más acción para promover la universalidad de la banda ancha:  «What is a government to do? We think there is a lesson in the administrations of Dwight D. Eisenhower and Abraham Lincoln. They understood the need to connect the nation and did it, using the latest, popular technology. In the middle of the Civil War, the nation embarked on the construction of the transcontinental railroad, linking east and west for commerce and development. Post-World War II, Eisenhower caused to be built the United States Interstate Highway System, allowing the connection of the entire nation by car and truck. Lincoln did not ask if people travelled for pleasure or commerce. Eisenhower did not care whether you drove a Cadillac or Ford. They cared that the nation be connected and that is our lesson. In the area of communications today, there is no greater role for public bodies, whether White House, Congress or state and local legislatures, than to invest in the creation of universal broadband access for all Americans, regardless of wealth or age, no matter that they live in rural or urban communities. Enabling the building of a national, digital broadband infrastructure and ensuring universal access is a great and proper role for government» (p. II).

Esto debería hacerse mediante una acción conjunta entre el Estado y la sociedad: «Information is as vital to the healthy functioning of communities as clean air, safe streets, good schools, and public health. People have not typically thought of information in this way, but they should. Just as the United States has built other sectors of its vital infrastructure through a combination of private enterprise and social investment, Americans should look to a similar combination of strategies in developing its information infrastructure as well». (p. 13)

Y aquí habría un déficit democrático: «“For individuals, failure is the inability to apply for jobs online. Failure is the inability to get  relevant health information. Failure is not being able to take advantage of online educational opportunities or use online tools to track the education of one’s children. Millions of Americans lack the tools or the skills to match their information-rich contemporaries in pursuing personal goals. The freedom they enjoy to shape their own lives and destiny is stunted. These people are falling into second-class citizenship. This is true even putting aside the actual civic activities that online connectedness makes possible. Even if they want to engage in the public affairs of their communities, the navigation of life’s daily mundane tasks requires disproportionate time and energy. This is not democracy at work” (p.11).

Los expertos dieron un ejemplo concreto: “in a world where entry level job applications at MacDonald’s or Wal-Mart must be made online, denial of digital access equals denial of opportunity» (p. II).

Hacen una descripción muy buena de una comunidad que no tenía los estándares básicos de calidad informativa: “In terms of community coordination, failure looks like the aftermath of Hurricane Katrina. People know of dangers but do not organize in response to them. When emergencies strike, information systems break down. People do not know where to find food, shelter, health care and basic safety. In terms of community problem-solving, failure is the proliferation of problems unaddressed. Downtowns dry up. Pollution spreads. Employers leave. Unemployment climbs. Dropout rates increase. Public health problems intensify. A community without public accountability suffers from unresponsive government. Neglect is common, corruption all too plausible. Money is wasted as government officials are slow and awkward at doing what other governments do quickly and nimbly. Voter turnout is low, not because people are satisfied, but because people are resigned. A community without a sense of connectedness is a group of people who know too little about one another. Social distrust abounds. Alienation is common. Everyone assumes that somebody else is getting “a better shake.” The community loses out on the talents of people who lack either the opportunity or motivation to share their skills. When problems arise, there is little common ground to solve them. People feel excluded, that they are not “part of the action,” and they disconnect from one another” (p. 11).

Varias veces el informe repite que es importante promover el sentido de pertenecer a una comunidad: “communities need to develop a sense of connectedness. They need to circulate ideas, symbols, facts, and perspectives in a way that lets people know how they fit into a shared narrative. A community’s system of meaning evolves as new voices and new experiences enter the information flow. People need access to that information to avoid feeling alienated and excluded” (p. 9).

Sobre el periodismo dicen, entre otras cosas:

1. Los periodistas profesionales son los activistas informativos principales: «Information flow improves when people have not only direct access to information, but the benefit also of credible intermediaries to help discover, gather, compare, contextualize, and share information» (p. XIII). Y más adelante señala el informe: “In any community, journalists are the primary intermediaries for news. They are the people most systematically engaged in gathering, analyzing and disseminating news” (p.14).

2. «Original and verified reporting is critical to community information flow. The challenge is not to preserve any particular medium or any individual business, but to promote the traditional public-service functions of journalism. Rather than ask how to save newspapers, a better question is, “How can we advance quality, skilled journalism that contributes to healthy information environments in local communities?” (p. XV). Dicen que los periódicos son más útiles que la radio y la television: “television and radio are also critical news sources, but are unlikely to offset fully any drop that local communities experience in original, verified newspaper reporting. That is because the average radio station provides under an hour of daily news coverage, and television stations, even as they increase their news coverage, are doing so with fewer and less experienced journalists on staff” (p.27). También recuerdan que en muchas comunidades de Estados Unidos no hay cobertura periodística local: “hundreds, if not thousands of American communities receive only scant journalistic attention on a daily basis, and many have none. Even accounting for community weeklies—a 2004 survey identified 6,704 such papers nationwide—it is likely that many American communities get no attention from print journalism at all” (p. 27). Y luego explican: “The journalism of the future may or may not take the familiar form of newspapers. But for true public accountability, communities need skilled practitioners. They ask tough questions. They chase obscure leads and confidential sources. They translate technical matters into clear prose. Where professionals are on the job, the public watchdog is well fed. Part-time, episodic or uncoordinated public vigilance is not the same” (p. 14).

3. Da un interesante ejemplo de porqué la difusión de información no alcanza: “Information alone does not guarantee positive outcomes. Consider one famous example. A front-page story in the June 8, 2004, Times-Picayune12 in New Orleans detailed a nearstoppage in the work needed to shore up the city’s levees. The mere revelation of that information in itself did not mobilize the effort that might have spared the city the worst ravages of Hurricane Katrina 14 months later. Interested or influential people did not engage with the information in timely, effective ways. Unless people, armed with information, engage with their communities to produce a positive effect, information by itself is powerless. Engagement is the critical point where community and individual information needs intersect. Communities need policies, processes, and institutions that promote information flow and support people’s constructive engagement with information and with each other” (p. 12).

4. Hacer a los legisladores mejor legisladores: “a 2008 MIT study found that members of Congress who are covered less by their local press work less for their constituencies, as evidenced by lower federal spending in their districts. They vote their party line more often, testify less often before congressional hearings, and appear to serve less frequently on constituency-oriented committees. This research suggests a tie between news coverage, voter awareness, and official responsiveness. Voters living in areas with less coverage of their members of Congress were found to be “less likely to recall their representative’s name, and less able to describe and rate them.”(p. 14).

Como respuesta a este informe, el 28 octubre del 2009, la Federal Communications Commission (FCC), la autoridad regulatoria, designó al periodista Steven Waldman como asesor especial para «asegurar que nuestras políticas promuevan un escenario de medios vibrante que alcance los objetivos de ofrecer la información que las comunidades necesitan».

Waldman tiene una destacada trayectoria en medios tradicionales y es también un emprendedor exitoso en internet, donde creó el sitio BeliefNet

últimas noticias de la frontera mediática

El Knight Center es uno de los principales animadores del campo del periodismo latinoamericano. En septiembre del 2009 organizó un encuentro en su sede de Austin, con el apoyo de Open Society, para presentar y discutir algunos de los casos más ilustres del periodismo regional. Ahora acaba de publicar el informe de esa reunión.

Los casos reseñados fueron el argentino sololocal, de Bahía Blanca, una experiencia que tiene todo el potencial de recorrer el país como franquicia; la sillavacia de Colombia; el ciper de Chile, que hizo un maravilloso mapa interactivo, ‘Vivir y/o morir en una zona ocupada de Santiago’, (“Descubrimos que solo en Santiago había 80 sectores completos en los que ni los bomberos, ni las ambulancias, ni los carteros, ni los técnicos de la luz y del agua, ni la policía entraban… Allí viven más de 660.000 chilenos… Ese mapa ha sido pedido por el Ministerio del Interior, por el metro para hacer nuevas líneas, por el Ministerio de Salud para crear nuevos consultorios”, dice su directora Mónica González); verdadabierta de Colombia, dedicada a continuar un tema que ya habría cansado a los grandes medios, las actividades paramilitares; elfaro, del sufrido El Salvador; y alterpresse, del recontra sufrido Haití. Los realizadores de esos sitios contaron sus experiencias, muchas de las cuáles parecen muy replicables:

(1) Hacer alianzas con radio y televisión. En El Salvador, El Faro trabajaba temas de inmigración y pobreza y llegaba solo a la elite que tiene internet. Por eso, hizo una alianza con decenas de radios y prepara podcasts con la información que así llega a los más interesados en esos temas: las familias pobres y aisladas que tienen algún familiar migrante o que está por migrar. Sololocal tiene una alianza con periodistas de televisión y una vez a la semana cuelgan su comentario editorial a cambio de que ellos citen alguna noticia de sololocal.

(2) Sololocal trabaja solo fuentes documentales, y no orales. Esto le da una potencia informativa a ese sitio que hace que se convierta en referencia de calidad para todos los medios.

(3) Darle contenido duro al creciente activismo de la blogósfera. Las riñas de la blogosfera generalmente tienen contenido de baja calidad. En Colombia, por ejemplo, lasillavacia hace una investigación sobre Uribe y luego la manda a los grupos facebook que aman y odian a Uribe.

(4) Otro gran debate en ese encuentro fue sobre los comentarios de los lectores. Se contaron experiencias muy diversas. “Nosotros, en ‘La Nación’ de Costa Rica, no podemos publicar comentarios de los ciudadanos en las noticias porque hay jurisprudencia legal que hace corresponsable al medio de comunicación de cualquier delito contra el honor o demás que se cometa. Entonces, ahora estamos valorando contratar a un ejército de filtradores”, dice Giannina Segnini, su editora general. ‘The New York Times’ se decidió por la última opción y se ha visto obligado a incrementar su ejército de 11 filtradores inicial a más de 70 ahora, lo que convierte esta alternativa en simple problema de recursos, que pocos en América Latina tienen o están dispuestos a invertir”. Dice el informe que “en Colombia se archivó recientemente un proyecto de ley que exigía la identificación plena de quienes participaban en estos foros y obligaba a los medios a instaurarla. En el Perú también hace poco se quiso poner una ley con el tema de los blogs como una manera de pararlo… Pero fue tal la avalancha de críticas que la pararon”, dice Helguero, de la Red de Periodistas de Provincia, de Perú. En el caso de Venezuela, donde la polarización política es tan fuerte, la página que recibe más visitas es el blog Noticias24.com, y sus comentarios están plagados de llamados permanentes al magnicidio, a la violencia política, “pero eso no preocupa a nadie”, agrega. Otros sitios, como SoloLocal, de Argentina, confían en el sistema de reporte de abuso de la propia comunidad. “Las pautas de publicación son claras en que no permitimos insultos, ni nada de eso, pero hemos abierto todos los canales para que digan lo que quieran, incluso de mí, como que soy una loca”, dice Crucianelli, su editora.

(5) Por supuesto, la discusión llegó al dilema de la hora: cómo monetizar la web. El caso más impactante fue El Periódico, un diario guatemalteco, que tuvo desde su origen un apoyo financiero de Open Society, y tuvo una gran penetración posiblemente convirtiéndose en el segundo diario del país, después de Prensa Libre. El sitio haitiano ‘AlterPresse’ se convirtió “en una pantalla visible para otras actividades que traen dinero, por ejemplo, las consultorías”; “como actividades alternas para generar ingresos, lasillavacia.com creó una unidad de negocio, que asesora a empresas en estrategia Web, en particular en la utilización de redes sociales, como Facebook y Twitter. “Creo que a mediano plazo esa unidad va a terminar subsidiando, espero, el buen periodismo”, dice Juanita León; “por su naturaleza, otros sitios están ‘condenados’ a depender de los aportes de cooperación internacional y donaciones; por ejemplo, ‘Verdad Abierta’, de Colombia, que se dedica a recuperar la memoria histórica de los crímenes de los paramilitares en Colombia, además de recursos del OSI, ‘Verdad Abierta’ los ha recibido de Fescol, que es la fundación del partido socialista alemán; la Fundación Avina y la Embajada del Canadá, entre otras entidades”. Sandra Crucianelli, editora de sololocal, apuesta a los subsidios cruzados de su actividad profesional: “SoloLocal.info, de Argentina, no solo no está preocupado por los ingresos publicitarios, sino que rechaza de plano en su sitio publicidad de gobiernos, empresas privatizadas de servicios públicos o del polo petroquímico. Después de ellos, las que quieran venir que vengan. Hemos contactado a dos agencias de publicidad muy grandes de la región, pero hasta ahora nadie está interesado en publicitar. Yo sabía eso porque es cultural: la publicidad compra silencio periodístico donde yo vivo (que no estoy dispuesta a vender). Esto es desde hace muchos años así. Y los dueños de los medios de comunicación han sido cómplices de esas circunstancias. “Tengo la teoría de que hay que comenzar a considerar que tal vez no existe un modelo de negocios para ese tipo de medios. En México vi que muchos medios de comunicación grandes tenían los tabloides de crónica roja, que les daban mucho dinero, y financiaban el periódico serio. Entonces yo dije: ‘Si esto funciona en la cosa escrita, ¿por qué no puede funcionar en la cosa digital?’. SoloLocal en este momento está siendo subsidiado con otra actividad que es muy rentable: soy instructora y docente y doy consultorías. Ese trabajo mío hoy día está financiando SoloLocal. Ese es mi modelo de negocios”. En general todos estos sitios han surgido de los vacios que van dejando los medios tradicionales. Cuenta el informe que “el caso de la periodista bahiense Crucianelli inició su proyecto luego de que los Kirchner llegaran al poder en Argentina, lo que, según ella, tuvo un impacto negativo en el periodismo. “Mi unidad de periodismo de investigación fue desmantelada, el programa, cancelado, los fondos, retirados. Tenía una columna de opinión que fue anulada, y mis capacidades operativas dentro de noticiero –en él todavía sigo siendo la conductora y editora– fueron absolutamente recortadas. Creo que ya era hora de cambiar, no de collar, sino de dejar de ser perro”.

Termino con una defensa corporativa. Nos pegaron duro en ese encuentro a las facultades, con un poco de liviandad en mi opinión. Sí nos interesa la web, sí nos interesa enseñar a narrar historias multimedia, ahora, ¿ustedes saben dónde hay un buen instructor para eso? Estamos aprendiendo todos en el mismo momento, y las facultades buenas de América Latina seguramente forman parte también de ese proceso de aprendizaje.